Reflexiones sobre desigualdad, trayectorias y justicia social.
Destacados
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Más allá de los números.
Existe una metáfora que se utiliza mucho en
sociología y economía, y que en los últimos años ha ido ganando cada vez más “atención”:
el ascensor social. Subir, bajar, quedarse en la misma planta. Se habla de
movilidad, de oportunidades, de esfuerzo. Pero pocas veces se habla de que:
No todo el mundo empieza en la
misma planta.
No
todo el mundo tiene ascensor.
Y, a
veces, directamente, el ascensor no para donde vives.
Me he pasado los últimos cinco años de mi vida
investigando la desigualdad, en concreto, ese llamado ascensor social. He
estudiado cómo el origen familiar, el lugar donde naces o el entorno
socioeconómico en el que creces pueden marcar —con más fuerza de la que
pensamos— la dirección de tu vida. Y, sin embargo, me sigue sorprendiendo cuán
invisibles pueden ser esas desigualdades cuando se presentan como “decisiones
personales”, “falta de mérito” o “falta de esfuerzo”.
No escribo este
blog para resumir artículos científicos ni para convencer a nadie de que los
datos dicen lo que yo quiero que digan. Escribo porque hay cosas que no caben
en un gráfico. Porque detrás de cada cifra y cada dato hay una vida. Porque a
veces, los datos, son mucho más que meros números.
Este blog será un espacio para pensar. Para compartir historias, preguntas, intuiciones. Para hablar de brechas que no siempre se miden, pero sí importan. Y para escribir con libertad, desde la experiencia de quien ha pasado muchas horas mirando datos, y muchas más pensando lo que muchos se niegan a admitir.
- Obtener enlace
- X
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones